Lucía ha viajado y vivido en más de siete continentes. Ella comprende diferentes culturas y las necesidades de distintos tipos de personas al aprender un idioma. Por ejemplo, ha trabajado con profesionales, personas jubiladas que quieren aprender un idioma, y también ha enseñado en una academia privada durante varios años.

Ella aporta entusiasmo por la vida en cada sesión de aprendizaje y cree que el idioma es un arte que debe cultivarse.

Cada clase se diseña con objetivos específicos para cada estudiante. La mayoría de las clases son individuales, duran 40 minutos y se realizan por medio de una llamada por Zoom. La frecuencia de las clases depende de qué tan rápido el estudiante quiera aprender el idioma.

Sí, el diseño de la clase se adapta a la situación de vida del cliente. Por ejemplo, un profesional que viaja tendrá diferentes necesidades que un estudiante K12 que asiste a la escuela. Lucía trabaja con cada estudiante para personalizar la clase con base en la vida real, lo que hace que aprender sea más fácil y divertido.

La mayoría de las clases se hacen en línea usando llamadas por Zoom. Este es un método efectivo porque hay comunicación visual y auditiva en cada lección. Hay una política de cancelación que requiere un aviso con 24 horas de anticipación, ya sea por parte del cliente o de Lucía, excepto en casos de emergencia.

Lucía contactará al padre periódicamente para dar actualizaciones sobre el progreso del aprendizaje del estudiante. Las actualizaciones pueden darse mediante una llamada o un correo electrónico; el horario se establecerá antes de que se realice el pago por las clases.